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La historia del Día Mundial de la Bicicleta se entrelaza con la del suizo Albert Hofmann. Un 16 de abril de 1943, el químico  logró sintetizar la molécula de LSD  (dietilamida de ácido lisérgico), sin embargo, accidentalmente absorbió a través de los dedos una cantidad muy pequeña de este psicotrópico, lo que de inmediato tuvo consecuencias en alucinaciones. Para el 19 de abril, consciente de los efectos del LSD, decidió ingerir una cantidad mínima para comprobar los efectos reales de la sustancia y volvió a sentirse alterado sufriendo nuevamente alucinaciones. Se dice que no pudo volver por sí mismo a casa, por lo que su ayudante lo trasladó en bicicleta. 

 

Y aunque en un inicio la historia del LSD y las bicicletas se unió, hoy en día están completamente separados y el 19 de abril se usa como una fecha para pugnar por los derechos de los ciclistas y llamar la atención de los gobiernos para brindar alternativas a las complicada red de transporte que enfrentan decenas de ciudades en el mundo. 

¿Qué se celebra?

El Día Mundial de la Bicicleta todavía no es una fecha oficial avalada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero es mundialmente seguida para defender los derechos de los ciclistas. Así como instar para que los gobiernos ofrezcan alternativas eco amigables a la red transporte basada en combustibles fósiles.

Es una fecha para recapacitar sobre los beneficios de este medio de transporte y llamar la atención sobre los derechos de los ciclistas. Las bicicletas son las máquinas ideales para el transporte en pequeñas distancias y tenemos que reconocer los beneficios que aporta a la sociedad. Pero este día va también dirigido a todos los conductores de vehículos a motor, porque tienen que respetar las distancias y fijarse en la presencia de los ciclistas. La bicicleta está ya presente en el modo de vida de cientos de millones de personas, pero todavía queda mucho por hacer.

En la práctica ¿qué podemos hacer?

La bicicleta también nos sirve para hacer ejercicio, es un deporte saludable, completo y bonito, ya que los paseos por las vías verdes pueden ser de lo más estimulantes, así como por carretera o caminos rurales, en función de qué bici dispongamos y cuáles sean nuestras preferencias.

Es importante recordar dos cosas. La primera, los beneficios que este recurso reporta para la salud, el entorno y el bolsillo, ya sea como forma de hacer deporte o como medio de transporte (o ambos a la vez). La segunda, que siempre debemos ser responsables, cuidar nuestra seguridad y la de los demás usuarios de la vía. Todos debemos respetarnos para disfrutar, ya sea de las calles de nuestra ciudad, de las vías verdes o de los caminos.